En los últimos tiempos hemos notado una marcada participación de distintos sectores políticos de la Institución; así encontramos sectores comprometidos con el desarrollo edilicio, otros comprometidos con la expansión societaria, otros con la comunicación institucional, otros comprometidos con las distintas disciplinas y varias actividades diarias menores que hacen a la función social que cumple Temperley. Pareciera que estamos empezando a entender que todos somos del mismo club y que entre todos podremos reubicarlo en el lugar que se merece.-
Cualquiera que camine nuestra sede social podrá advertir que los actores de esta nueva realidad son mayoritariamente profesionales, jóvenes ajenos a procesos políticos del pasado y experimentados ignotos con cualidades excluyentes que se van acercando al club para aportar lo suyo. Así, nos encontramos con una destacada conjunción entre la voluntad, el profesionalismo y la experiencia que auguran un promisorio futuro.-
Para nosotros “las nuevas reglas de juego que impone el Estatuto” y que tanto necesitábamos es la causa fuente de esta nueva realidad. Si, tan simple como parce pues el cambio y el compromiso vinieron de la mano del Nuevo Estatuto. Sin esfuerzo alguno podremos recordar que de manera simultánea a la reforma estatutaria comienzan a aparecer agrupaciones de socios, peñas, subcomisiones, enriqueciendo la vida institucional y forzando un recambio generacional y político.
Nunca ha sucedido en la historia de nuestro querido club que una opinión minoritaria deba estar representada en la Comisión Directiva, que el presupuesto aprobado por la Asamblea fuere ineludible para cualquier administración de turno, que los directivos respondan con su patrimonio, entre muchas otras reformas.
Hoy podemos visualizar algunos indicios del nuevo Temperley que marca su Estatuto social, del club del futuro que le atribuye todo el manejo y las decisiones de fondo al socio, único soberano en esta empresa tan rica y tan comprometida con el sentimiento de todos nosotros. Esos indicios los vemos hoy cuando varias agrupaciones se juntan para restaurar un vestuario, cuando aportan sus hombres para enriquecer la gestión dirigencial, cuando aportan ideas sin esperar un rédito político, cuando la dirigencia les abre la puerta a las propuestas, a las iniciativas; cuando se administra responsablemente e inclusive cuando se revisa el pasado, tema tan recurrente en el discurso de varios asociados y que a nuestro entender es una obligación dirigencial que a nadie debe ofender ni preocupar pues hay que ser y parecer.
Un caso testigo es el del Barcelona F.C. de España, que llevará a la justicia a Joan Laporta quien hasta junio fuera el presidente más exitoso de su historia, al advertir que el ejercicio contable del año anterior arrojó una serie de incumplimientos que perjudicaron a aquella Institución; su actual presidente y ex mano derecha de Laporta, Sandro Rosell, explica la situación de una manera simple "Este momento no es nada agradable, no pensamos en delitos, pero la Ley así nos lo marca y tenemos que cumplir la ley. Estamos pasando un muy mal trago con este asunto.".-
La posibilidad de presentar una acción judicial por la responsabilidad que pudiere corresponderle a ex directivos está también amparada en nuestro Estatuto, pero no necesariamente necesitamos la comisión de un delito en las administraciones anteriores, pues también se ampara la posibilidad de imponer sanciones que llegan a la expulsión y la demanda resarcitoria civil por administraciones ineficientes que le generen perjuicio al Club Temperley, es decir que en nuestro club el delincuente va a la justicia y el inoperante fuera del club, como debe ser, si el Barcelona puede nosotros también.-
Mantenemos la esperanza de que este cambio se profundice, es responsabilidad de todos, los dirigentes, las agrupaciones, los socios, los hinchas. Nosotros desde la Agrupación Nuevo Temperley nos comprometemos con los socios a continuar el cambio.-
