sábado, 28 de mayo de 2011

LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD

Hace un año, solamente un año atrás escuchábamos al hoy actual presidente cuestionar a las conducciones anteriores por los magros resultados deportivos. Decía por ese entonces que improvisar con un técnico sin experiencia no correspondía a instituciones de la magnitud y la historia de Temperley; aseguraba que terminar dentro de los 10 primeros resultaba insuficiente porque debíamos ser protagonistas siempre. A decir verdad, solo estaba expresando lo que todos pensamos y sentimos.

Hoy estamos a 1 año de esas críticas y aquél que las formulaba ha tenido ya dos oportunidades de demostrar cómo se debían hacer las cosas. Lamentablemente no ha logrado demostrar idoneidad en la conducción y no ha cumplido nada de todo lo propuesto en su proyecto (¿?) deportivo, tan promocionado en la campaña electoral.

No tuvimos los refuerzos de primer nivel que se prometían, quizá se deba a que esa “famosa empresa italiana que invertiría en Temperley por pedido de Morrone”, desapareció misteriosamente o nunca existió. El peso en AFA todavía no se evidencia, se asegura que existe y que ya aparecerá pero en la práctica solo nos falta jugar un jueves a las 3 de la mañana a puertas cerradas, porque hemos jugado en todos los horarios y días imaginables (excepto sábado a la tarde claro), hemos jugado de local en Morón y los simpatizantes no han podido ingresar al estadio cuando jugamos de local, perdiendo así muchísimo dinero.

Se firmó contrato por cuatro años con un técnico al que se le dio carta libre para manejar todo el fútbol sin siquiera verificar los antecedentes inmediatos que traía, y éste decidió manejar todo solo sin una subcomisión de fútbol profesional que lo asesore y controle y los resultados están a la vista. Tuvimos la novela de Cobelli y Andreoli, que no jugaron y se les rescindió abonando todo el contrato. No nos olvidemos de la pretemporada en el “pabellón popular” del complejo de Chapadmalal y que provoca la renuncia del ayudante de campo Damiano; desde allí en más todo fue empeorando día a día, se tiró a la cancha a todos los proyectos de inferiores aduciendo que de esta manera se llevaba adelante “el proyecto futbolístico basado en jugadores del club”, cuando hasta el más ingenuo advierte que ello es producto de la improvisación, desconocimiento y la falta de un proyecto serio sobre el fútbol profesional.

Los malos resultados no tardaron en aparecer y se llevan consigo al técnico Ricardo Dabrowski. Toma el plantel un técnico de inferiores, sin experiencia y que no ha logrado sumar ni el 25% de los puntos que ha disputado, justamente  se hace lo que se criticaba a las dirigencias anteriores.

Cuando se quiere esconder el fracaso propio resulta común que se responsabilice a gestiones anteriores, como sucede hoy en nuestra institución, donde todo parece ser culpa del pasado. Esta dirigencia no ha sabido conducir de manera idónea el fútbol profesional y eso no fue herencia de los anteriores, no ha sabido elegir refuerzos, no ha respetado al simpatizante ni al socio, en fin, todo lo hicieron mal pensando que romper las reglas lógicas del fútbol le aseguraban resultados positivos.

El próximo campeonato estaremos peleado el descenso con otros tres equipos, parece increíble pero es la realidad a la que nos llevaron con este estilo de conducción. Desde ahora tienen la obligación de hacer las cosas bien, deben empezar a escuchar y aprender de la experiencia de otros que ya vivieron ascensos y buenas campañas, deben conformar un comisión de fútbol profesional con gente idónea; deben respetar al socio y al simpatizante haciendo todo lo necesario para que puedan ver a Temperley los sábados por la tarde en su cancha, porque esto no es un torneo intercountry, por si no lo saben ESTO ES TEMPERLEY, un club grande con historia de primera.