miércoles, 13 de abril de 2011

SINTOMAS Y SIGNOS QUE PREOCUPAN

El escenario que presenta hoy la conducción del Club Atlético Temperley es realmente preocupante. Un galeno, ante la sospecha de una enfermedad, analizaría primeramente los signos que presenta el paciente y luego se abocaría a evaluar los síntomas para poder arribar a un diagnóstico acertado.

Un signo es una señal visible en el cuerpo, tal como un hematoma o una amputación. Un síntoma es una señal o anomalía que posee el paciente pero que no es posible medirla o evaluarla físicamente debiendo analizar lar referencias del paciente para luego adecuar esos síntomas a los distintos conjuntos de signos y síntomas que conforman un síndrome específico, y al fin diagnosticar.

En esa inteligencia podemos decir que en Temperley se evidencian signos y síntomas que  verdaderamente preocupan.

Desde un análisis objetivo (signos) de los últimos diez meses podemos decir que en Temperley se advierte un marcado debilitamiento de los cuadros directivos que sostenían la antigua propuesta eleccionaria; repasando nos encontramos con la renuncia del Sr. Mallía a su vocalía, la renuncia del Dr. Cariaga a su secretaría, la renuncia del Sr. Tomassone y otros tres integrantes a la Asamblea de Representantes, la renuncia del Sr. Damiano con sus explosivas declaraciones, la renuncia del DT Dabrowski (puntal de un inexistente proyecto futbolístico de largo plazo), la renuncia de toda la subcomisión de Fútbol amateur compuesta por el Sr. Franco Morrone, Adrián Tomassone y otras personas, siendo estos sólo algunos de los renunciantes. Son éstos alejamientos signos evidentes de que algo malo está pasando a tan solo diez meses de gestión.-

Los síntomas que podemos advertir y que debemos analizar en conjunto a los signos son ni más ni menos que el resultado de cada gestión iniciada por la conducción. En ese orden nos encontramos abonando contratos deportivos de importante monto y que no tienen contraprestación, como el caso de Cobelli (goleador del campeonato) y Andreoli; con un proyecto futbolístico integral frustrado o nunca iniciado porque se ha incitado al despido indirecto al Coordinador General de Inferiores Walter Céspedes (con la consecuencia económica que ello podría implicar a las arcas de nuestro club); las divisiones inferiores hoy no tienen subcomisión y carecen de técnicos en cantidad suficiente por el interinato que realiza el Sr. Tanucci en la primera división; las restantes disciplinas deben autofinanciarse y hasta proveerse de su indumentaria; El departamento de prensa ha cambiado en tres oportunidades por sendas renuncias; la gerencia ha sido disuelta con el despido del Sr. Tombesi; la Subcomisión de Obras ha sido difamada y hasta se ha intentado disolverla y hoy no funciona ninguna subcomisión de obras oficial; el comedor de las inferiores no da de comer por falta de provisiones; el clima social es siempre amenazante para quienes no comulgan con los directivos; se fomentó el desprecio por toda persona que haya participado de la vida institucional y de cualquier forma desde la quiebra hasta la fecha; el diálogo con las agrupaciones y los socios no ha existido jamás; nuestro estadio se clausuró en dos oportunidades y la localía se ha perdido sin fecha cierta.

En fin, son muchos los síntomas que restan analizar (juicios generados innecesariamente; auditorías irregulares; recaudaciones no rendidas; perdida de la posesión de Finky; salarios y aguinaldos adeudados); analizados en conjunto a los signos llegamos a la conclusión que Temperley padece alguna enfermedad que lo deteriora muy velozmente pues todo lo expresado sucedió en tan solo diez meses.

Ante este cuadro nos preguntamos: ¿Tiene solución esta realidad? ¿Cuál es el tratamiento a seguir? No sabemos la respuesta porque jamás hemos oído a los directivos explicar algún proyecto saneador. La realidad marca que vamos en franco retroceso, debilitados institucional y socialmente, perdiendo terreno deportivo día a día, sin recursos económicos, y con la angustia lógica de esperar un diagnóstico.

Por ello, desde este espacio llamamos al diálogo y a la participación institucional de todos los sectores. Estamos convencidos que entre todos, sin exclusiones y detrás de un proyecto de club consensuado con estricto respeto al Estatuto podemos salir adelante. Sin personalismos retrógrados, trabajando en equipos proactivos llegaremos al objetivo, pues ése es el único método de trabajo que garantiza resultados.-